La travesía del verano
La alarma de su despertador anunció que empezaba su rutina como cada día a las seis cuarenta y tres, pero al abrir los ojos aquel día tuvo una sensación extraña, sabía que no sería un día corriente.
Dio las vueltas acostumbradas en la cama y se puso en pie, aunque no se percato que aquel día el pie que primero puso en el suelo no fue el izquierdo, el que ella acostumbraba a poner, solía desafiar a Murphy habitualmente y le encantaba hacerlo. Se puso un vestido veraniego, el sol empezaba a picar de más y los indicios de que el verano estaba llegando acechaban por doquier, aunque en su calendario indicara que era 6 de Mayo, se calzó unos tacones rojos y salió de casa sin mirar atrás, sin mirar el correo y sin haber abierto su móvil aún esa mañana. Le gustaba ir andando a todos sitios, pero el hospital estaba un tanto lejos de su apartamento y cogió su mini azul turquesa como cada mañana a esa misma hora, cuando apenas había montado sonó su móvil, un tono corto, un mensaje. Un poco asombrada dada las horas que eran, y allí estaba, lo vio...
Un mensaje más de aquel tipo desconocido. Desde hacía meses alguien le mandaba mensajes, sin importar la hora del día que fuese, en cada uno de ellos le ponía una frase diferente, para ella, bonitas, nunca contestó a ningún mensaje y cuando intento llamar para escuchar la voz de aquella persona y saber quien era, él o ella no quiso contestar... Sabía que era un hombre, no se lo había dicho él pero ella lo intuía, intuición femenina.
Pero aquel día el mensaje le llamó demasiado la atención, esas letras sobresaltaban en aquel fondo blanco, parecía que querían decirle algo, y la frase de aquel día fue ``El mundo es solo para los soñadores´´...
Cerró el móvil, arranco y se dispuso a conducir a toda velocidad, se conocía el trayecto de memoria pero aun así iba demasiado rápida, sentía que quería ir más rápido, las ventanas bajadas, ``Invierno´´, de Ruben Pozo, sonaba en aquel coche, ella cantaba a voz en grito, como si no hubiese nadie más aquella mañana en la carretera, no paró en ningún semáforo ni respeto ninguna señal, el único aliado aquella mañana para ella iba a ser aquel mensaje, quería sentirse soñadora, valiente y fuerte, como ella había sido siempre, pero le faltaba algo, aquel chico y su mirada....
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Sonrisa.