Tú mirada se aleja.

La verdad, no logro entenderlo. No logro entender que es ese algo que me hace estar pendiente de cada una de tus palabras, de cada una de tus sonrisas virtuales. Ni siquiera sé porque escribo aquí todas estas cosas que debería decirte face to face, pero puede que ya sea tarde. No puedo plantarme delante tuyo como si nada pasara y obligarte a que me escuches, no puedo gritarte al oído que te quiero. No, ya no.
No estoy en mi derecho a hacerlo. No estaría bien. Así que a esta pantalla de ordenador, a este fondo frío de letras negras tengo que decirle, que te quiero. Y que si hay algo que me ha dolido de todo esto, ha sido no poder demostrarlo, no poder decirlo día a día, no poder despertarte cada mañana, ni poder llamarte cada dos horas y media. Porque ahora mismo estaríamos aquí, en el chat, diciendo cualquier tontería, estarías riendote de mí como de costumbre y acabaría diciendote lo imbecil que me pareces, no, no, mejor dicho, lo adorable e imbécil que me pareces. Estaría intentando no quererte más de lo que ya lo hago. Cosa casi imposible, por cierto. Todo es tán dificil de explicar, que no sé ni como hacerlo, que ahora no tengo palabras para explicar que siento, aunque sabes que para tí siempre tengo alguna palabra.
Echo de menos que me digas tonta con el mismo cariño de siempre.
I′m ready to love you.