Aprendí a odiar el calendario, porque cada día me aleja más de ti, y sé que todo sería más fácil si yo dejara de crear tantas ilusiones donde quizás no las hay, pero soy de las personas que viven de ilusiones, pues sin ellas me sentiría vacía, muerta. Aprendí a odiar el calendario porque cada día que pasa te voy queriendo más y más, mientras más crezco más me aferro a este sentimiento, más fuerte se hace.
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Sonrisa.