Ojalá no sea así.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac... el tiempo pasa, las palabras vienen y los sentimientos fluyen, saltan y vuelan, consiguen marearme muchas veces. Tengo miedo, no de ese que te pone los pelos de punta, si no de ese que produce dolor... el miedo es una de las peores sensaciones que existen, quizás una de las peores. Puede que mañana no este aquí, quizás ni siquiera hoy... las fuerzas se acaban, el desaliento nos llama y mis manos cada vez son más frágiles. No quiero que llegue el día en que no nos reconozcamos, en que las sonrisas sean solo meras curvas de nuestros labios, sin ningún significado, si ese día se esta acercando, ya lo estoy notando.... ya noto la frialdad de tus palabras, tus gestos, tus manos que no saben tocarme.
Estoy en un punto en el que no sé si salir huyendo y mandar todo lejos, o sentarme a esperar... también podría arriesgar, intentar comerme el mundo, pero el mundo se está quedado demasiado grande para mi, quizás un día creí que podía ser mio, creía que podía sentirme grande, por encima del mundo... pero no, no he sabido afrontar las cosas, no he sabido decir no y me ha costado decir sí.

Puede que mañana el cielo no este azul, sino que tenga un gris horrible que solo incite a las despedidas.