``El que lo escribió solo conocía una cara de la moneda´´





Instagram

para Schopenhauer los pensamientos se disuelven en el momento en que intentamos pasarlos a palabras

A veces necesitamos un precipicio inesperado delante de nuestros ojos, para ver que, por naturalidad imbécil humana, obligamos a hacer caer lágrimas buscando motivos que no existen. Para ver que a menudo nos cargamos aquello que nos hace felices sin verlo, que las cosas no pierden magia por sí solas, y que el tiempo no es siempre un enemigo.
Somos nosotros mismos, quienes tenemos que decidir si seguir con la magia o dejarla e intentarnos convencer, de que se ha ido sola y no hay nada que hacer para recuperarla.
Lo necesitamos para darnos cuenta de los mil errores cometidos y para valorar aquello, que de repente un día, así como el precipicio, puede aparecer o desaparecer. Puede que solo así nos demos cuenta de lo que tenemos, e imaginar lo minúsculos e insignificantes que seríamos sin ello.
Y después de todo, agradecerlo con una sonrisa, con sabor agridulce, si agridulce, como la vida misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sonrisa.