Bienvenido verano.

Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta, de que esto pasa por que debe de ser así. Llegan para servir un propósito, para enseñarnos una lección, para ayudarnos a descubrir quienes somos en realidad, y para enseñarnos todo aquello que deseamos alcanzar, y todo lo que deberíamos dejar pasar. No sabes quienes son hasta que fijas tus ojos en ellas, pero es entonces cuando sabes y comprendes, que te cambiarán la vida. Y tu pequeño idiota has cambiado mi vida por completo, has cambiado hasta la más mínima tontería, y es que desde que apareciste en ella, nada ha vuelto a ser igual, parece que me quede suspendida desde que te conocí, en estado de off, echo un vistazo atrás y puedo decir que desde que te conozco todo ha pasado realmente rápido, rápidamente me hiciste ver que no eres un trozo de persona, eres por lo menos seis personas maravillosas dentro de una misma, he aprendido que no todo lo que parece imposible, es imposible.. mejor dicho, que cuando estoy contigo, nada me parece imposible.. te has convertido en mi rutina, y es que no hay nada que me parezco mejor para ser mi rutina que tú, que tus ojos marrones, que tus piernas entrelazadas con las mías, unos cuantos suspiros, unas lágrimas porque te quiero, porque no sé como expresar todos los sentimientos que quieren salir cuando hablo de ti.. 
Tengo miedo, más miedo del que he tenido nunca, estamos en época de exámenes, de trabajos, de noches estudiando hasta las tantas.. y no tengo el consuelo de que al menos cuando lleguen las vacaciones podremos estar juntos, estas vacaciones no vamos a estar todo el tiempo que queramos juntos pero sabes una cosa? Saldremos adelante, saldremos de todos los veranos, el sol no podrá con esto, ni el sol, ni el viento, ni las hojas, ni las flores, ni siquiera el mismísimo hirosima.... y hoy, esta noche, solo quiero decirte, que eres vital para mí. Ahora después del invierno, con colocaos calentitos, bufandas, abrigos y abrazos de oso, viene el verano, época de horchatas, bikinis, calor y pasión. 
Pero nada, nada, hará que la sonrisa de tonta y las lágrimas que resbalan por mi mejilla, lo cambie nada que no seas tú.