Parecen dos mundos distintos, frío y calor.
Yo me encuentro en el lado frío, entre el blanco y el negro, ni siquiera sé si quiero estár aquí, pero estoy.
¿Ganas de salir? No, creo que no hay muchas.
Ayer el destino dijo ádios y hoy amenaza con volver, no quiero dejarlo entrar, no quiero que vuelva a cantarme canciones imposibles, de esas que se guardan en favoritos.
No quiero que vuelva a hablarme de un quizás, de un problablemente... porque deja un resquicio a la duda, y duda y yo ya no nos entendemos.
Pero en cambio quiero que vuelvas tú, quiero que vuelvas a mi lista, a mi lista de cosas imprescindibles.
Quiero que vuelvas a desearme buenos días cada mañana, a compartir mi bote de colacao original en el desayuno.
Quiero que empiezes el desayuno conmigo y sobre todo, que nunca acabes de desayunar.
No puedo dejarte ir, aunque es algo que tampoco quiero.
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Sonrisa.